El proyecto

El proyecto



Disidentes.org es una iniciativa de Fundación para el Progreso que recoge los testimonios de quienes se atreven a sacar la voz frente a personas, grupos o gobiernos represivos en todo el mundo. Los testimonios muestran la esencia de los «buenos rebeldes», de aquellos líderes que dedican sus vidas a promover cambios positivos, a consolidar la democracia y a empujar la rebeldía con responsabilidad.

El turbulento siglo XX, con tantos regímenes totalitarios y sobrecogedoras atrocidades, conoció al mismo tiempo a extraordinarias personas capaces de enfrentarse, no solo a tiranos y al poder estatal, sino también a la opinión pública, a sus compatriotas y hasta a sus vecinos y familiares. Fueron individuos de una moral excepcionalmente firme. No tuvieron miedo de arriesgar sus vidas por un futuro mejor. No dudaron en levantar la voz cuando los demás se quedaron en silencio. No se sumaron a las pasiones de las masas.

Algunos lo consiguieron con tan solo un gesto. August Landmesser, trabajador de una empresa de Hamburgo, vivió en la Alemania nazi, la de Adolf Hitler. Se mantuvo fiel a sus principios con los brazos cruzados, justo en medio de una multitud que alzaba energéticamente sus manos con el saludo fascista. El momento fue capturado en una fotografía y esta se convirtió en uno de los símbolos más impactantes del coraje individual.

Resultado de imagen para august landmesser
August Landmesser se rehusa a saludar al Führer Adolf Hitler en Hamburgo, Alemania, 1936.

Otras personas se negaron a ceder a las amenazas de las autoridades, incluso cuando eran cuestión de vida o muerte. La abogada checa Milada Horáková fue torturada por la Gestapo y encarcelada por su vinculación a la resistencia antifascista durante la Segunda Guerra Mundial. Pasados tan solo unos diez años, el recién instalado gobierno comunista, a cuyas prácticas totalitarias se oponía, la condenó a muerte en la horca. Horáková no se rindió y lo pagó con su vida. Su país, Checoslovaquia, vivió bajo la dictadura comunista durante más 40 años. Solo después, Václav Havel, luchador incansable por la democracia, perseguido durante años y varias veces encarcelado, se convirtió en el símbolo de la derrota del totalitarismo, no únicamente en Europa, sino en todo el mundo. Posteriormente, siendo presidente de la República Checa democrática, Havel nunca abandonó su discurso de los derechos humanos y mantuvo contactos y apoyo para quienes se oponían a la opresión y la injusticia en todo el mundo.

Las acciones y las convicciones de August Landmesser, Milada Horáková y Václav Havel fueron movidas por la rebeldía responsable hacia los gobiernos, grupos y organizaciones que pisoteaban las libertades y los derechos fundamentales del ser humano. Los tres son ejemplo de la crítica abierta a la opresión y la injusticia. Así como los tres disidentes mencionados, hay otros que no han dudado en poner en peligro sus vidas para seguir con la noble tarea de confrontar el poder abusivo. Y pueden surgir en cualquier época, en los más variados lugares del mundo. Podemos pensar en Nelson Mandela de Sudáfrica, Liu Xiaobo de China y Mahatma Gandhi de la India. O en los periodistas rusos Boris Nemtsov y Anna Politkovskaya que pagaron sus denuncias con la vida. Son miles y miles los que se atreven a ser disidentes para defender la libertad y los derechos civiles.

El mundo va cambiando constantemente, y con él las herramientas de opresión. También las maneras de desafiarla. Las redes sociales y su capacidad de organizar a las personas en un tiempo muy reducido representan una amenaza para los regímenes autoritarios y los totalitarismos en todo el mundo. La velocidad con la que circulan las informaciones hace cada vez más difícil ocultar las violaciones de derechos humanos. La voz de uno puede llegar a millones en tan solo un momento en plataformas y redes sociales digitales. Los regímenes tiránicos pueden derrumbarse presionados por manifestaciones que estallan de la noche a la mañana. De ahí las preguntas: ¿Quiénes son los disidentes, los «buenos rebeldes», más destacados de nuestro tiempo? ¿Cómo se enfrentan a la realidad del siglo XXI? Buscamos las respuestas conversando con algunos de ellos.